Creo que no se puede negar que Warren Buffet es un inversor de éxito. Su manera de invertir ha seguido una serie de principios casi inamovibles que a él le han dado buenos resultados. El perfil de inversor, es el de alguien que valora la seguridad por encima de la ganancia. Pero que no se conforma con los intereses de un plazo fijo. Es bastante obvio que muchos de sus consejos de inversión no están al alcance de la mayoría de los mortales, pero hay otros que puede sernos de utilidad y son algunos de los que he escogido para este post. Podéis encontrar una lista más extensa en el libro El Tao de Warren Buffet de Mary Buffet y David Clark, publicado por Alienta.
1. No se puede hacer un buen trato con una mala persona
Si vas a montar un negocio, sociedad o vas a invertir en la empresa de otros, no puedes hacerlo con “malas personas”. Puede sonar naif hablar de malas personas, pero todos sabemos de qué estamos hablando. Y si no puedes confiar en alguien o sientes que esa persona no es tan íntegra como pensabas, huye. Si no lo haces acabará teniendo problemas.
2. Invierte en un negocio que hasta un tonto pueda dirigir…
…porqué algún día lo hará. Hay negocios fantásticos que están basados en el carisma de su líder. Si buscas una manera segura de invertir tu dinero, no lo hagas en productos o servicios que dependen de ese “carisma” pues si un día esa persona no está (y eso sucederá), tu inversión corre peligro.
3. Aprende de la experiencia propia y ajena
Aprender de la propia experiencia es fantástico, pero en materia de inversión resulta caro. Por eso, aparte de aprender de tus propias experiencias, hazlo de las de otros. Estudia casos de éxito pero sobre todo trata de estudiar los casos de fracaso. Observa en que se equivocaron otros y aprende.
4. Empieza a trabajar en lo que te gusta
Muchas veces nos olvidamos que nosotros mismos somos nuestra mejor inversión. Y algunas personas además, eligen su carrera profesional en función de los beneficios que puedan obtener de su trabajo. Puede llegar a funcionar, pero es un sistema que requerirá de mucha voluntad, pues es tedioso. Y si te falla la “voluntad” te falla el sistema. Sin embargo, si haces algo que te gusta, si te levantas cada día con la ilusión de hacer lo que te apasiona, ya estás ganando. Aquí y ahora.
5. Elige hacer unas pocas cosas bien
Es muy complicado hacer muchas cosas bien y la posibilidad de equivocarte cuando manejas muchas opciones aumenta exponencialmente. Si decides tener una cartera de inversión, está bien que diversifiques un poco pero no excesivamente. Si tienes tu inversión muy diversificada tendrás que tomar muchas decisiones y seguramente acabarás equivocándote. Hazlo sólo si tu perfil es el de inversor agresivo, si no, sigue la máxima de más vale poco y bien que mucho y mal. Lo mismo es aplicable a tu trabajo.
6. Si no vale la pena hacerlo, no vale la pena hacerlo bien
Si has montado un negocio y ves que a pesar de los esfuerzos no funciona, asúmelo y cambia. Hay que ser capaces de distinguir si no funciona porqué no se ha hecho bien o porque realmente no interesa, o no gusta o no merece la pena. Si algo no merece la pena, no pierdas el tiempo en ello.
7. No gastes lo que no tienes y a veces ni lo que tienes
Esta puede parecer una obviedad, pero a la vista de la situación económica se podría decir que es de esas cosas que estaban tan delante de nuestras narices que no las vimos. No estoy hablando de que uno no pueda “comprar algo a plazos” pero sé realista. Plantéate cuánto necesitas eso y cuánto te va a costar pagarlo. No se trata de convertirte en un roñoso, sino de cultivar la prudencia. Tener un cierto colchón financiero te permitirá no tener que tomar decisiones basadas en la necesidad y la urgencia que suelen ser malas.
8. Invierte sólo en aquello que comprendas
Otra de esas obviedades que los hechos te demuestran que no lo son. Si no sabes lo que son las participaciones preferentes o los pagarés, no los compres. Si no entiendes el negocio de ese amigo que te pide una inversión, no inviertas. Si no entiendes lo que te plantea ese que quiere asociarse contigo, no te asocies. Así de simple.
9. Nunca le preguntes a un bárbero si necesitas un corte de pelo
Ten cuidado de quiénes son tus asesores. Si son parte interesada es difícil que sean objetivos. Y si no hay más remedio que sea parte interesada (por ejemplo, el cirujano que te aconseja una cirugía) remítete al punto uno: que sea buena persona.
10. Aprende a tener disciplina
Si te decides a invertir tu dinero de una manera más o menos arriesgada, vas a necesitar disciplina. No puedes actuar impulsivamente o cambiando de criterio a cada rato porque vas a perderlo todo. Necesitas un método y unos criterios, sobre todo para cuando vengan momentos difíciles. Has de saber cuándo comprar y cuándo vender. Cuándo invertir en una empresa y cuándo no hacerlo. Usa la intuición si quieres, pero pásala por el filtro de tu método. Y no cambies de caballo a mitad de la carrera.
11. No es necesario recuperar el dinero de la misma manera en que se ha perdido
Si a pesar de seguir todos estos pasos, te has equivocado y has perdido, recuerda que a veces es mejor asumir el coste del error y no insistir en algo que es obvio que no está funcionando. Trata de no olvidarlo, pues tendemos a querer solucionar los problemas en el mismo nivel en que se han generado y eso no suele funcionar.
12. El dinero no compra la felicidad
A pesar de todos los consejos de inversión dados en esta lista, el dinero no te va a dar la felicidad. Asegúrate de no olvidarlo, pues mucha gente acaba perdiendo de vista el objetivo y convierte el medio, en un fin en sí mismo.
Con estos consejos no tienes asegurada tu inversión, pero por lo menos tienes unas pautas a través de las cuáles puedes hacerte tus propias pautas. Y algunas advertencias para no dejarte arrastar por las emociones en los momentos complicados. Así que, !suerte¡
No hay comentarios.:
Publicar un comentario