Dicen que el primer amor, se tiene y nunca se olvida... pero yo creo que en mi caso fue una ilusión de amor, un espejismo... yo tenía como 15 años, él salía con otras chicas y yo con el catire aquel del primer beso, pero aun recuerdo la tarde que lo conocí y me impresionó la calidez de sus manos y lo brillante de su sonrisa... Ahora, haciendo memoria, me doy cuenta que no pasamos demasiado tiempo juntos, a lo sumo un año y medio, pero fue un tiempo intenso... hermoso. Recuerdo las tardes de lluvia caminando por Maracay, porque a ambos nos encantaba la lluvia, así que estas memorias tienen olor a tierra mojada... él ya iba a la universidad y yo estaba aún en estudiando en el Liceo Codazzi, pero solia pasar sus tardes libres explicandome física y matemáticas, materias que yo dominaba a la perfección pero me encantaba estar con él aunque fuera repasando formulas que me sabía hasta el cansancio... algunas tardes llevaba su guitarra, para que yo no me aburriera con tantos números, y cantaba para mí... y yo guardaba en un cofre mi voz de contralto para escucharlo... de pronto, dejaba poemas en el casillero de mi apartamento, que eran como puñales de papel... y hasta se le ocurrió llevarme un dia a rastras hasta la iglesia para que yo hiciera mi confirmación... pero lo mismo haciamos eso que pasar una tarde en la playa o un fin de semana haciendo talleres de crecimiento personal... sin embargo era una ilusión y un buen día se desvaneció... él sintió el llamado de Dios y se fué a un seminario católico, mientras que yo continué con mi vida... alguna vez volví a verlo, no era el mismo, ni sus ojos, ni su sonrisa... y ya de todo eso quedó esta historia en digital
