NUEVA YORK (Reuters) - Discutir con la pareja puede ser bueno para la salud, dado que las personas que reprimen lo que sienten morirían prematuramente, mostró un nuevo estudio.
Investigadores de la Escuela de Salud Pública y del Departamento de Psicología de la University of Michigan difundieron los resultados preliminares de un estudio después de 17 años de seguimiento a 192 parejas.
Los matrimonios estaban divididos según cuatro categorías: aquellos en los que las dos personas expresaban su enojo, aquellos en los que ninguno de los integrantes manifestaba su enfado, las parejas en las que la mujer reprimía sus sentimientos y aquellas en las que el varón se callaba.
"Diría que si no se expresan los sentimientos a la pareja y se le dice cuál es el inconveniente cuando uno se siente atacado injustamente, entonces se está en problemas," dijo durante una entrevista Ernest Harburg, autor del estudio.
La investigación halló que quienes mantenían contenido su enojo eran dos veces más propensos a morir antes que aquellos que expresaban lo que les molestaba.
Hubo 13 muertes en el grupo de 26 parejas donde ambos compañeros reprimían sus emociones, comparadas con las 41 muertes registradas entre las 166 parejas restantes.
"Cuando las parejas se unen, uno de sus principales trabajos es la reconciliación de conflictos," señaló Harburg.
"Generalmente nadie está entrenado para hacerlo (...) Con frecuencia, la pareja ignora el proceso de resolución de conflictos," agregó.
Harburg manifestó que el resentimiento era el verdadero peligro y que reprimir el enojo conduce al resentimiento.
El autor explicó que el resentimiento interactúa con las vulnerabilidades médicas que una persona puede tener, aumentando sus posibilidades de padecer un problema de salud.
"Es saludable reconocer que uno está siendo atacado injustamente e incluso es aún más sano hablar de ello y tratar de resolver el problema si uno pretende vivir por más años," concluyó Harburg.
(Reporte de Stefanie Kranjec; Editada en español por Ana Laura Mitidieri)
Investigadores de la Escuela de Salud Pública y del Departamento de Psicología de la University of Michigan difundieron los resultados preliminares de un estudio después de 17 años de seguimiento a 192 parejas.
Los matrimonios estaban divididos según cuatro categorías: aquellos en los que las dos personas expresaban su enojo, aquellos en los que ninguno de los integrantes manifestaba su enfado, las parejas en las que la mujer reprimía sus sentimientos y aquellas en las que el varón se callaba.
"Diría que si no se expresan los sentimientos a la pareja y se le dice cuál es el inconveniente cuando uno se siente atacado injustamente, entonces se está en problemas," dijo durante una entrevista Ernest Harburg, autor del estudio.
La investigación halló que quienes mantenían contenido su enojo eran dos veces más propensos a morir antes que aquellos que expresaban lo que les molestaba.
Hubo 13 muertes en el grupo de 26 parejas donde ambos compañeros reprimían sus emociones, comparadas con las 41 muertes registradas entre las 166 parejas restantes.
"Cuando las parejas se unen, uno de sus principales trabajos es la reconciliación de conflictos," señaló Harburg.
"Generalmente nadie está entrenado para hacerlo (...) Con frecuencia, la pareja ignora el proceso de resolución de conflictos," agregó.
Harburg manifestó que el resentimiento era el verdadero peligro y que reprimir el enojo conduce al resentimiento.
El autor explicó que el resentimiento interactúa con las vulnerabilidades médicas que una persona puede tener, aumentando sus posibilidades de padecer un problema de salud.
"Es saludable reconocer que uno está siendo atacado injustamente e incluso es aún más sano hablar de ello y tratar de resolver el problema si uno pretende vivir por más años," concluyó Harburg.
(Reporte de Stefanie Kranjec; Editada en español por Ana Laura Mitidieri)
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